domingo, 23 de septiembre de 2007

El club de los afortunados

El otro día tomando café con un amigo, éste me recordó, con la desagradable experiencia personal que estaba pasando, la existencia de uno de los grandes males de nuestro sistema económico, este mal se llama la subcontratación. Una vez consultado el diccionario de la Real Academia Española, subcontratación significa: Contrato que una empresa hace a otra para que realice determinados servicios, asignados originalmente a la primera”.
Bueno, hasta ahí todos entendemos el concepto, lo malo es cuando este concepto tan claro y concreto se amplia con miras y fines lucrativos, ¿no creéis?
Mi amigo tenia una empresa de servicios de la construcción, es un señor que su empresa nació de la nada y que ha crecido durante diez años bajo la bonanza del sector, ha trabajado mucho y muy duro para hacerse un hueco en el sector, llegando ha tener doscientos cincuenta empleados.
Pero en un momento dado, ve que sus necesidades de facturación son mayores y recurre a lo que he decidido llamar “el club de los afortunados”, en mi empeño de poner sentido exacto a las palabras y frases, he consultado otra vez la RAE, y la frase como es lógico no sale, pero la palabra afortunado si y su primer significado es, que tiene fortuna o buena suerte, obviamente este significado no nos sirve literalmente, por que del club que yo hablo solo vale el concepto, tiene fortuna.
Fortuna ¿de que?, os preguntareis, pues fácil! Fortuna de conocer al político de turno, fortuna de saber como comprar voluntades, fortuna de tener en definitiva el poder de marcar las reglas del juego para poder posteriormente adjudicarse el trabajo.
Si señores, es duro pero es real, en nuestro país, este país que dicen es de primera marcha, hay un club que decide quien entra en él y quien no, gobierne quien gobierne, un club que no deja levantar la cabeza a los que intentan levantarla y tomar aire, para que sus empresas puedan desarrollarse crecer y que sus trabajadores mantengan sus puestos de trabajo con un sueldo digno.
En este caso de mi amigo es el sector de la construcción, pero este método de subcontratación es habitual en todos los sectores. A ver ¿como nos podemos explicar que la contrata tecnológica de media España la tenga una empresa nada mas? y ¿Cómo nos podemos explicar que media España logística, eolica, etc... la tenga una empresa nada mas? y por ejemplo, ¿como nos podemos explicar que le recogida de basuras de mas de media España la tenga una empresa nada mas?.
Estos son tres casos concretos pero podríamos extrapolarlo a cualquier ámbito desde nuestro ayuntamiento más cercano hasta nuestro gobierno central.
La cuestión es, que detrás de estas contratas y subcontratas hay una cadena de intermediarios empezando por el que la adjudica y terminando por el que hace el trabajo que en el mejor de los casos no gana dinero y en el caso mas habitual pierde, justificando su perdida a que tiene que hacer el trabajo por que los gastos fijos de su empresa son muy altos y si no tiene que cerrar.
Eso si, con la desesperación y la impotencia de ver que un integrante del club ha sido al que le adjudicaron la obra, que le ha llamado y le ha dicho, estamos de enhorabuena tienes trabajo, una obra, pero eso si, te tengo que apretar el precio, hasta que te salga el higadillo, por que de esa manera yo podré ganar mi margen y de esa manera podré mantener mi estructura, vamos, mis oficinas, mis edificios de oficinas en Madrid, torres, grandes torres donde se compite haber quien la hace más alta y bueno.... tu ya sabes tengo que dejar algo al.... por que es posible que en cuatro años no este.. ya sabes no...
Eso es una contrata en España un concurso asignado a dedo para que un señor del club subcontrate el trabajo se enriquezcan cada día más, a costa de unos señores que cada día trabajan más y ganen menos dinero en el mejor de los casos y en el peor tengan que cerrar por que el integrante del club ha apretado tanto que lo ha ahogado.